LA IMPORTANCIA DE LA VITAMINA C PARA NUESTRA PIEL.
La Vitamina C es un must en nuestra piel. Y la podemos tomar de muchas formas. Una opción estupenda es en frutas, zumos y smoothies, los cítricos como naranjas, limones, pomelos y frutas como el kiwi o las fresas aportan altas dosis de vitamina C a nuestro organismo, cuidándolo desde dentro, pero también existen productos cosméticos que nos ayudan a cuidar nuestra piel con vitamina C proporcionando antioxidantes y dándole un toque extra de vitalidad a nuestra piel.
La vitamina C, es sin duda una de las mejores armas antienvejecimiento. Su capacidad antioxidante previene el deterioro cutáneo, favorece la formación de nuevo colágeno y combate los radicales libres. El uso diario de productos cosméticos que contienen altas dosis de vitamina C, favorecen el desarrollo de nuevo colágeno, proteína que mejora la elasticidad de nuestra piel y que además previene los efectos del envejecimiento al combatir los radicales libres.
Para que te hagas una idea, la concentración de vitamina C que se alcanza por vía tópica es hasta 30 veces superior a la conseguida por vía oral y permanece en la piel hasta 48 horas, por lo que su efecto perdura y se puede alternar el producto con otros tratamientos.
Además de este gran poder cosmético, la Vitamina C, mejora la respuesta de nuestro sistema inmune, acelera la recuperación de los resfriados y actúa como protección del asma.
Un suero facial o serum a base de Vitamina C, además de ser más ligero, contiene más principios activos que una crema hidratante, y protege contra el envejecimiento, penetrando profundamente en las capas de la piel para estimular el colágeno, y proteger la piel de los factores ambientales dañinos, como los rayos ultravioletas.
Es un activo que debemos implantar en nuestros rituales de belleza diarios para conseguir mantener una piel "viva" y luminosa.
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